lunes, marzo 20, 2006

Palop anuncia la publicación de un nuevo Libro Blanco del Agua antes de 6 meses

José Juan Verón

¿Cuánta agua se consume en España y quién la gasta? No se sabe al detalle. Las autoridades no pueden responder con exactitud a una pregunta tan esencial como ésta a la hora de planificar la hidrología del país. La situación de sequía que se vive desde el año pasado ha disparado las alarmas, dado que el Ministerio de Medio Ambiente no tiene todos los elementos bajo control para reducir sus efectos. Antes de seis meses, el Gobierno quiere tener un nuevo Libro Blanco del Agua, un elemento de planificación cuya última y única versión data de 1998, cuando la ministra era Isabel Tocino (PP). En realidad, se trató del prólogo del trasvase del Ebro.

El director general del Agua, Jaime Palop, explicó que el nuevo Libro Blanco del Agua se editará de forma electrónica y estará completamente disponible en la web del Ministerio de Medio Ambiente. Todos sus contenidos serán de acceso público. Pero la principal novedad es que no se quiere hacer un documento cerrado e inamovible, como fue el anterior, sino que deberá actualizarse de manera anual con nuevos estudios e informes.

En principio, el Libro Blanco se surtirá de los informes elaborados por el Centro de Estudios y Experimentación en Obras Públicas (Cedex), que depende del Ministerio de Fomento; el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO), ambos dependientes del Ministerio de Educación y Ciencia.

Medio Ambiente quiere conocer cómo está afectando al equilibrio hidrológico del país el incremento de los regadíos, la pérdida de otros cultivos, el crecimiento desaforado del urbanismo -especialmente en la costa-, o la puesta en marcha de las nuevas desaladoras. Palop reconoció que "la falta de información es uno de los principales problemas para la gestión del agua". En este momento, los datos de consumo de agua por parte de la agricultura datan de hace dos décadas, lo que los convierte en inservibles.

El objetivo de este documento está en hacer una fotografía de situación que diga dónde, cómo y quién gasta el agua en España. El Ministerio se esta viendo impotente para poner orden en muchas zonas, especialmente en Levante."La solución verdadera para los desequilibrios del agua no está en el trasvase ni en las desaladoras, sino en una correcta ordenación del territorio. Tenemos que saber para qué queremos el agua, para qué tipo de agricultura y para qué tipo de urbanismo. No podemos permitir que se urbanice la costa cuando no hay agua, pero las casas y los pozos se hacen de noche. Se les dicen que no hay agua, pero las obras siguen adelante", señaló Palop acompañado por los presidentes de las confederaciones del Tajo y del Segura.

Como ejemplo, citó una urbanización proyectada de 30.000 nuevas viviendas para las que en ningún momento se ha previsto el abastecimiento de agua ni por parte de los promotores ni por las autoridades locales. "Tampoco hay previsión de hospital, instituto o cementerio", dijo.

El Ministerio considera especialmente importante la puesta en marcha del nuevo Libro Blanco en un año de sequía como éste. De hecho, se espera que estos datos formen parte de los planes de sequía.

Palop reiteró que estos documentos, según el Plan Hidrológico Nacional (PHN) de 2001, deberían estar en funcionamiento desde 2003. Sin embargo, destacó que el anterior Gobierno no hizo nada al respecto, por lo que el Medio Ambiente se ha visto obligado casi a improvisar unos protocolos que llevan un año en funcionamiento. Este verano se espera concluir el Libro Blanco y también los planes de sequía en los que se detallarán los distintos grados de alerta y las medidas que se deberán adoptar en cada momento.

En las últimas semanas, Medio Ambiente está redoblando sus esfuerzos para concienciar a la población por los problemas de la sequía. Los expertos del Ministerio señalan que éste promete ser el segundo año de un ciclo de fuerte sequía que podría durar todavía varios ejercicios más, por lo que es necesario estar preparados. De hecho, los datos de los primeros meses del año hidrológico son todavía más desesperanzadores que los del pasado. Por ello, y entre otras cosas, se han organizado dos seminarios, uno con expertos internacionales en Zaragoza, y otro con periodistas en Madrid.

Al mismo tiempo, España está liderando en Bruselas a un grupo de países mediterráneos que luchan para que las sequías tengan en la Unión Europea (UE) la misma consideración que las inundaciones. Se trata de una cuestión muy difícil de ver por parte de los países nórdicos, que no comprenden esta situación. A corto o medio plazo parece que los afectados por las sequías puedan acceder a los fondos de solidaridad de la UE.

Visto en El Heraldo de Aragón

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